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CIRUGÍA REFRACTIVA MEDIANTE IMPLANTACIÓN DE LENTES PRECRISTALINIANAS

INFORMACIÓN AL PACIENTE - VISIÓN

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Las diferentes técnicas de la cirugía refractiva tienen como objetivo reducir o eliminar la dependencia de corrección óptica (gafas o lentillas), en miopías, hipermetropías y astigmatismos.

En determinados casos en los cuales por ser un valor de la refracción elevado o por presentar el paciente un grosor corneal bajo, se deberá recurrir al implante de lentes intraoculares (lente precristaliniana), para poder compensar el defecto refractivo sin gafas o sin lentes de contacto.

Normalmente esta técnica se utiliza en aquellos casos con graduaciones elevadas, grosor corneal disminuído o topografía corneal alterada, en las que la técnica LASIK está desaconsejada. También es una buena opción en aquellos pacientes que tienen síndrome de ojo seco, ya que la cirugía no se realiza sobre la superficie ocular.

Los candidatos a este tipo de cirugía son pacientes con miopía, hipermetropía y astigmatismo entre 20 y 45 años, sin ninguna patología ocular (a excepción del defecto refractivo), y con una estabilidad refractiva mínima de un año.

La cirugía de colocación de lentes fáquicas epicapsulares, consiste en introducir una lente dentro del ojo, y colocarla por delante del cristalino y por detrás del iris y la pupila. A diferencia de la facoemulsificación, no se extrae el cristalino.

Con esta técnica, a igual número de dioptrías y tamaño pupilar, dan una mejor calidad visual y menos reflejos nocturnos.

Esta cirugía se realiza mediante anestesia tópica (gotas) y no suele precisar puntos de sutura, ya que la lente se introduce plegada dentro del ojo y la incisión es muy pequeña. No obstante, en algún caso es posible que se coloque un punto de sutura, si la incisión realizada lo requiere..

La colocación de estas lentes se realiza en quirófano y bajo las condiciones de esterilidad necesarias,  durando la intervención entre 5 y 10 minutos. En este tipo de cirugía la recuperación suele ser muy rápida.

La evolución postoperatoria de este tipo de cirugía habitualmente permite una rápida incorporación en las actividades diarias del paciente, así como en su medio laboral. Pueden existir algunas excepciones en aquellos casos en que la actividad laboral del paciente exija una visión perfecta (conductores profesionales, pilotos, etc.) o en aquellos casos en los que pueda presentarse más inflamación de lo normal o alguna complicación leve, donde el paciente podrá incorporarse a sus actividades cotidianas de una manera más progresiva, que irá valorando su oftalmólogo.

Hay que tener en cuenta que aunque  es una técnica quirúrgica relativamente sencilla, y está muy avalada con una larga experiencia en cuanto a número de casos, no está exenta de potenciales complicaciones, como cualquier otra cirugía.

Una ventaja importante de esta técnica quirúrgica es que al ser con anestesia tópica, los riesgos relacionados con la anestesia general (coma, depresión del sistema central, etc.) son prácticamente nulos.

Es importante que el paciente colabore y no realice movimientos bruscos durante la intervención, ya que podría provocar complicaciones. Será importante después de la intervención realizar controles para ir valorando la evolución.

Hay que tener en cuenta quela función visual no solo depende de la refracción, así que el rendimiento visual después de este tipo de cirugías dependerá también del estado de las otras estructuras del ojo como la retina, el nervio óptico, etc. En algunas ocasiones,  será necesaria una corrección con gafas o lentillas para llegar a la máxima corrección óptica, aunque lo más habitual es que no sea necesario. En los pacientes de una edad mayor de 40 años se deberá advertir que necesitaran gafas de cerca (lectura). Desde el punto de vista médico, a pesar de que el paciente no necesite gafas después de la cirugía, las estructuras de su ojo seguirán siendo las mismas, por lo que requerirá un seguimiento oftalmológico periódico. Por otro lado, remarcaremos que éste tipo de cirugía es una técnica totalmente reversible, si fuera necesario, se podría extraer la lente intraocular volviendo al estado inicial.

Dra. Sandra Ubia Sáez. MD. Oftalmóloga COP
Prof. Doctor Fernando-J. Palomar Mascaró. PhD. MUOCV. MSc. DOO. DO. FIACLE. FAAO.
 

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